Baby, la vida es mucho más sencilla sin preocuparme por ti.
Aquel día, esperándote en aquel bar, conocí a un chico. Era más educado que tú, mas simpático, y, sobretodo, más guapo. Me invitó a tomar algo, y, cariño, compréndelo, llevaba más de una hora esperando, creyendo que no te importaba. Ahora lo comprendo. Era cierto que no te importaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario