domingo, 3 de junio de 2012

Acostumbrarse es otra forma de morir

Hoy vuelvo a sentir esa sensación que siento siempre que te vas, pero esta vez es diferente. Dijiste que te ibas para siempre, que lo sentías, que esto había acabado.
El desamor se extendió como una epidemia recordando tu sonrisa y tu manera de reír. No intento traerte de vuelta, ya he probado, las palabras no han servido y no creo que lo hagan las lágrimas.
¿Y si me acostumbro a vivir sin ti? Soy fiel a mis principios cuando repito la frase de Dulce Chacón que dice que acostumbrarse es otra forma de morir.
Quizás fue bueno que te fueras antes de acostumbrarnos el uno al otro, pero no me queda nada más de ti que la certeza de que ya no estás y duele.
Miento si digo que ya no me importa tu destino ni hacia donde te diriges. Miento si digo que recuerdo solo lo bueno y que lo malo ha muerto.
Pero miento si digo que te he olvidado y que me arrepiento de haber vivido lo que vivimos.
Supongo que toda esta frustración que siento la resume Joaquín Sabina cuando dice "Porque el amor, cuando no muere mata, porque amores que matan, nunca mueren"
Y como todo, cuando dices adiós a mayo, llega junio.









 Pero mayo nunca muere.

sábado, 2 de junio de 2012

You're waiting for something that won't happen

Hoy duermo en pijama de verano, como si este año nos hubiéramos comido la primavera, hubiéramos pasado del muy lluvioso invierno al muy caluroso verano.
El tiempo se engaña a sí mismo, cree que puede pasar de un lado a otro sin un paso intermedio. Nosotros también nos engañamos. Creemos que se puede recuperar la confianza perdida, el respeto cuando ha caído a un pozo sin fondo solo porque al tirar una piedra todavía escuchamos algo.
Es curiosa la necesidad que tenemos los seres humanos de volver a vivir las cosas pensando que así nos saldrán mejor. Es curioso que llamemos a eso "Segundas oportunidades"
Pero, ¿A quién le gustó más la segunda parte del Rey León que la original?
Es curioso los nombres que le ponemos a las cosas, cuando no queremos llamarlas por su nombre. Segundas oportunidades, "Lo hago porque quiero" o el típico "Abandono porque no me queda otra salida"
No queremos reconocer todo eso que nos pasa, todo eso que sentimos, que es demasiado fuerte para analizarlo. El miedo, la angustia o el amor son sentimientos que necesitan llegar a un punto sin retorno para salir provocando terremotos.
Sí, ese momento en el que la ves que se queda callada y de repente sus ojos son dos lagunas verde esmeralda. Cuando se pone a llorar y te abraza, susurrando que ya no puede más.
Porque hasta ese momento ha vivido engañada. Solo engañándose a sí misma porque cree que así es como si no pasara nada.


Pero da igual lo que le digas, porque ella, tú, yo, y todos vamos a seguir engañándonos sin remedio. No podemos evitarlo.
Así que...
¡Sígamos engañándonos! Llamemos gases a las mariposas en el estómago y ser feliz a las ganas de verte, dejemos de esperar por algo que nunca va a pasar.